Los suspiros son aire
y van
al aire. Las lágrimas
son agua y van al
mar.
Dime mujer; cuando el
amor se olvida,
¿sabes a dónde va?
Gustavo Adolfo
Bécquer
Tu amor como un suspiro
se diluyó en el aire y fue
al profundo abismo del olvido.
Mas mi amor por ti
aún sigue igual que la sempiterna rosa
náutica
orientando mis lágrimas en el mar.
Fueron tantas lunas
que tanto te amé sobre el tapiz de flores
que todavía recuerdo el perfume de tu piel
y el aroma de las buganvilias.
Hoy añoro la noche del plenilunio
más fulgente contigo jamás vivido.
Aquí yace sepultado un amor que no supe a
dónde fue.