lunes, 29 de octubre de 2012

TODAVÍA ME QUEDAN SUEÑOS

Cuando ella partió hacia las lejanías del olvido,
un instante antes de irse esa tarde de estío,
con mucho frío en mi alma
me dijo, "no volveré jamás, nunca más."
Sentí el vértigo del abandono
la nostalgia de la desesperanza
el tedio que produce la angustia
y el dolor que queda grabado en la memoria
como un estigma imborreble
tallado en una roca volcánica.
"Aun me quedan sueños, dije.
Me queda el sueño perenne de escribir poemas
como este que ahora escribo
porque un amor que se da con frenecí
se recuerda y retumba en el pensamiento
igual que el rayo en la tormenta.
He resistido tantas derrotas de amor
que no sé por qué sigo soñando
el sueño de amar.

domingo, 7 de octubre de 2012

MAR DE LA NOSTALGIA

Hoy me escribo a mí mismo
y me canto desde el recuerdo,
desde el mar de la nostalgia
mar de aquellos días de la feliz infancia
en los que mis ilusiones
navegaban en barquitos de papel.
Hoy entro en ese sentido santuario
y veo con esa larga melancolía de otoño
los arcos iris de la primera primavera
en la que el amor llegaba con la lluvia
y se iba con el crepúsculo,
amor que dormía conmigo y despertaba con ella,
con la chica de mi barrio
la que me decía adiós con el pañuelo de la alegría
y yo, con la alucinación del primer beso,
le escribía cartas del amor pueril.
Hoy, que han pasado tantas primaveras,
tantos amores de inviernos,
hoy, que han naufragado tantos barquitos de papel
bajo los inclementes aguceros del tiempo
evoco el primer vals que jamás bailé con ella,
porque ella se fue con el crepúsculo
y yo me quedé con mi barquito de papel
navegando en el mar de la nostalgia.