miércoles, 25 de septiembre de 2013

'EL PODER DE LA KABBALAH', primera parte.

Tomado del libro,
el poder de la kabbalah.
 
Kabbalah significa “sabiduría”, entonces hablaré del poder de la sabiduría o conocimiento. 
El ser humano desde siempre, se ha ocupado del “saber” y ha elaborado a través de los siglos una teoría denominada “teoría del conocimiento”.
Los estudiosos de la Kabbalah se les llaman kabbalistas. El primer kabbalista fue Avraham quien escribió el Libro de la Formación. En la Biblia, éste es conocido como el padre de la religión. Después vino Moisés, él no sólo escribió los Diez Mandamientos (según la tradición, inspirado en la sabiduría divina), sino que también dejó enseñanzas, herramientas cabalísticas en la biblia para vivir una mejor vida.
Moisés, a través de la tradición oral transmitió de maestro a discípulo hace aproximadamente unos dos mil años, cuando Rav Shimón bar Yojái escribió el Zóhar, texto sagrado base de la Kabbalah.
El Zóhar es la fuente de sabiduría espiritual tan antigua como la Biblia. El Zóhar se conoce como el “decodificador de la Biblia”. Pero el mundo no estaba preparado para el lenguaje y la tecnología que este ofrecía, razón por la que el Zóhar permaneció oculto durante más de 1,200 años. El estudio del Zóhar se llama Kabbalah.
Alrededor del siglo XIV, la Kabbalah empezó a salir del secretismo total. Se dice que el Zóhar original fue desenterrado por los caballeros templarios de Jerusalén y llevado de vuelta a Europa. Fue entonces cuando el poder del Zóhar empezó a hacerse conocido. Curiosamente, fue en aquel momento cuando apareció por primera vez la leyenda del Grial. Algunos dicen que el Santo Grial es un libro, posiblemente el Zóhar, pero eso aun siendo intrigante, es sólo una especulación.
Desde entonces, algunos personajes famosos han estudiado el Zóhar. Sir Isaac Newton, por ejemplo, tenía su propia versión del Zóhar en latín, y dejó escrito que Platón fue a Egipto a estudiar el Zóhar. Otro gran pensador que estudió el Zóhar fue Pitágoras, quien ascendía el Monte Carmelo vestido de blanco como un sumo sacerdote y meditaba.