lunes, 24 de agosto de 2015

CLARO DE LUNA



Aquella noche de insomnio
bajo el claro de una luna
blanca y pálida como piel de pánico
sentí tu presencia muy lejos
allá, en el remanso
donde las estrellas duermen
(mas tú estabas ausente)
más distante que siempre
y menos presente cual jamás.
Fuiste como una visión fugaz  
igual que un vértigo en los sentidos
un desplazamiento
vertical
suspendido
como una decantación que flota
en el silencio de la profunda noche
con su profusa tiniebla.
La noche del insomnio no hubo estrellas
sólo un aerolito fugaz
quemándose en la órbita del silencio
igual que tu ausencia más allá del remanso
donde las estrella duermen.

 

martes, 11 de agosto de 2015

PROMESAS



Quien promete con mucha ligereza
se va arrepintiendo despacio.
Quinto Horacio Flaco

Las promesas son como el humo,
después del incendio se diluye en el aire,
y el incendio, es el amor, una llama
que se extingue con el tiempo.
Por eso, no hagas promesas, pues el tiempo
destruye todo lo que a su paso alcanza.
Las promesas son a futuro, mas cuando pasa el tiempo,
ya no las recuerdas, porque quedan en el pasado,
que no vuelve, igual que el crepúsculo de ayer,
cual la luna de esa noche de pasión,
en que prometiste amarme por siempre.
Mi promesa fue otra,
te prometí no prometer, porque las promesas
no son compromisos, sin embargo,
mi único compromiso fue amarte
presintiendo que te irías en cualquier crepúsculo,
en otra luna de pasión con otro amor,
porque lo vi en tus ojos.
Te fuiste como mariposa
que busca la flor del mejor néctar,
pues mi flor para ti ya estaba marchita.

sábado, 1 de agosto de 2015

EL SUEÑO DE LA POETADIMBRE

EL SUEÑO DE LA POETADUMBRE


Que el mundo gire sin que note
que soñamos despiertos.
Tómas Dagna


Hoy convoco a la poetadumbre
para que juntos soñemos
el sacro sueño de los no creyentes,
los ateos y toda la horda de poetas malditos.
Que se sienten en el atrio del templo de Palas Atenea,
en las escalinatas, para ver crecer la audiencia.
Convoco a Rimbaud para pase otra temporada en el infierno,
siente a la belleza en sus rodillas y la sienta amarga,
convoco a Porfirio para que vuelva a cantar su canción
y viva sus días
sórdidos, lúbricos, lúgubres, móviles, fértiles y plácidos
con el placer morboso del ególatra.
Convoco a la salmantina de rubio cabello
para que mire los ojos negros
del seminarista muerto.
Convoco a Artaud para que le repita a los dictadores
de la escuela farmacéutica de Francia, lo siguiente:
“sois unos pedantes roñosos; hay una cosa que deberían
medir mejor: que el opio es esa
imprescindible e imperiosa sustancia
que devuelve a la vida de su alma
a quienes tuvieron la desgracias de perderla”.
Convoco a Gabriel Escorcia Gravini para que recite
frente a la poetadumbre de pié en las escalinatas,
los versos de LAURINA PALMA
O LA GRA MUSERIA HUMANA.
Convoco a Raúl Gómez Jattin para que exprese su dolor,
su olvido, y diga:
“Antes de devorarle su entraña pensativa
Antes de ofenderlo de gesto y palabra
Antes de derribarlo
Valorad al loco
Su indiscutible propensión a la poesía
Su árbol que le crece por la boca
con raíces enredadas en el cielo.
Él nos representa ante el mundo
con su sensibilidad dolorosa como un parto.
En la clínica mental vivo
un pedazo de mi vida.
Allí me levanto con el sol
y entre tanto escribo
mi dolor y mi angustia.
Sin angustias ni dolores
ataraxia del espíritu
en que mi corazón
como una mariposa
brilla con la luz
y se opaca como un pájaro
al darse cuenta
de los barrotes que lo encierran”.
Y ahora me convoco a mí mismo para decirle a la poetadumbre, que toda la poesía es una porquería, pero es la más divina forma de libertad.