jueves, 29 de julio de 2010

SEYARIN

Los Taironas, inveterados pobladores de La Sierra Nevada.
La Sierra Nevada es cosa sagrada. Ella es el padre y la madre.
Aquí comenzó el mundo, en Cherua y Surivaka.
Serankua repartió las leyes y las semillas de toda especie
para la subsistencia de la humanidad, y enseñó que las leyes menores
también están hechas para ser cumplidas y llevadas por sus hijos
a los cinco continentes.
La Sierra Nevada desde sus llanuras hasta sus nieves,
se levanta en el centro de la Pacha Mama
y es la guardiana del mundo.
Cuenta la tradición, que el mundo para formarse en un principio,
el creador en espíritu fue el mamo Ñiankua, y con otro hermano menor,
Kaku Serankua, crearon la Sierra Nevada en forma de caracol.
Después de la creación de la Sierra Nevada, que era cosa sagrada,
llegaron los invasores españoles
y profanaron lo que para los Taironas era sagrado y venerado,
diezmándolos y plagando de miseria a la Sierra Nevada.
Los invasores trajeron las guerras,
las epidemias y todas las pestes del viejo mundo.
Desde entonces, se derriten los Nevados de la Sierra.

martes, 27 de julio de 2010

FLORES DE DESAGRAVIO

No preciso que me hables
sobre los árboles del estío:
son follajes del pensamiento,
santuario de pájaros no terrenales
y de vientos que al mediodía viajan
a sus etéreas moradas; …
Emily Dickinson





Ya no es preciso que me hables,
porque tu lenguaje de silencio,
es más diáfano que la luz del alba en el estío.
Ese es el precio de la ofensa, tu silencio.
Las palabras proferidas por mi boca de agravio,
vulneraron tu alma de niña humana y sencilla.
Y el poeta ahora te dice: “nadie cruza el camino de alguien
por casualidad, y no se entra en la vida de ese alguien, sin ninguna razón
hay mucho para dar y recibir,
mucho para aprender, con experiencias positivas y negativas
es eso
intenta ver las cosas negativas que te pasan como algo que sucede
por alguna razón, no te lamentes por lo ocurrido
y continúa tu camino.”
Tú pasaste por la puerta del camino de mi vida, pero no entraste,
para enseñarme con tu silencio
que el precio del agravio, es más costoso, doloroso y puntilloso
que las heridas que producen todas las agujas del infierno
y las espinas de las rosas del desprecio.
Estas flores de desagravio, sembradas en el jardín de mi nostalgia,
por la ofensa proferida,
son para ti, guárdalas en el santuario del olvido.

martes, 20 de julio de 2010

LAS BRUMAS DEL BICENTENARIO

Simón Macabeo de América,
libertador de sus pueblos,
tu pensamiento emerge del cráter de los siglos
como fuego volcánico.
Fuiste, eres y serás por siempre
el macabeo de América,
el Libertador.
Luchaste hasta dar tu vida por una pírrica “independencia”,
porque fuiste proscrito, detestado y traicionado por aquellos que recibieron tus favores.
Hoy, las brumas sombría de la traición,
las oscuras brumas de la violencia que trajo España,
las nefastas brumas de la conspiración del proclive Santander,
cubren este bicentenario, para plagar de miseria a la América Latina
como tú mismo lo presagias cuando dices, “parece que la Divina Providencia
ilumina a los Estado Unidos de América, para plagar de miseria a América Latina.”
Tu delirio sobre El Chimborazo no fue en vano
ni tu juramento sobre el monte Sacro fue falso,
pues juraste: “¡…y juro por mi patria, que no daré descanso a mi brazo,
ni reposo a mi alma,
hasta que haya roto las cadenas que nos oprimen por voluntad del poder español!”
Implantaste la libertad donde antes reinaba la tiranía.
Abandonaste tu fortuna y aún tu tranquilidad
por la causa bolivariana.
Ni fuiste majadero ni araste en el mar,
porque tu pensamiento vive en nosotros
como tu presencia,
que igualmente vive entre nosotros,
por el inalienable y sagrado principio de pertenencia.
Simón Macabeo de América,
eres el padre de nuestra patria que estás
en esta tierra
en este cielo
en este mar
en los pueblos bolivarianos,
y hoy vives para siempre en el corazón
y en el pensamiento de sus líderes.

lunes, 5 de julio de 2010

BUSCANDO RESPUESTAS ENCONTRÉ PREGUNTAS

Buscando respuestas, encontré preguntas
y entendí que la vida es quemar preguntas.
Entendí que el silencio hace más daño que un grito,
que no hay que temer a la muerte, porque ella,
es el otro sueño de una vida que se quema.
Buscando respuestas, entendí que no es rico
el que más tiene, sino el que necesita menos.
Entonces me pregunté, el que necesita menos amor?
El que necesita menos humildad?
El que necesita menos comprensión?
Buscando respuestas comprendí que el tiempo es como el río,
pasa y no vuelve.
Buscando respuestas, pude ver
que no es preciso destruir el bosque, para hallar un árbol
si ese árbol, es de voluntad firme que avanza.
Buscando respuestas, alcancé a comprender
que lo único que he aprendido,
es que aún me falta mucho por aprender
y que el hombre y otros errores de Dios,
fueron creación del universo.

VECINOS DE LA MISERIA

“Viven por ahí…”, dicen los no indigentes.
Los sobrevivientes de las esquinas del abandono,
vecinos de la miseria, no recuerdan a qué olvido pertenecen.
Pululan por cualquier destino
y caminan sin rumbo
por los rediles del hambre hurgando basuras.
Habitan en los tugurios de la angustia
que la sociedad de “la gente de bien” no conoce,
la angustia que el obispo no conoce,
la angustia que el general no conoce,
la angustia que el senador no conoce.
Ellos, los vecinos de la miseria, sin derechos,
no parecen humanos,
porque el estado los ignora
y les niega su condición de ciudadanos.
Pero ellos, los vecinos de la miseria,
creen en Dios, en un dios
que ha de resucitar de entre los muertos,
al tercer día, para redimir otra vez
a los indigentes y toda la gente
que viven en los tugurios de la miseria.