sábado, 30 de marzo de 2013

CONDUCTAS

En el ser humano hay una serie de conductas que muchas veces o generalmente, lo conducen al fracaso o al éxito.
Transcribo estas reflexiones como un aporte en el desarrollo del Crecimiento Personal.
Conductas “S”:
Serenidad
Silencio
Sabiduría
Saber
Sexo
Sueño
y Sonrisa,
promueven secreción de serotonina, que generan actitudes “A”:
Ánimo
Amor
Aprecio
Amistad
y Acercamiento.
Conductas “R”:
Resentimiento
Rabia
Rencor
Reproche
y Represión, promueven la secreción de Cortisol, hormona corrosiva para las células que aceleran el envejecimiento y generan actitudes “D”:
Depresión
Desánimo
Desesperación
y Desolación.
Espero de ustedes, poner en práctica  las conductas positivas para que generen igualmente, emociones positivas, ya que las conductas negativas, generan emociones negativas, crea patologías en el organismo, tales como cáncer, cardiopatías y otras, que generalmente conducen a una muerte temprana.


viernes, 29 de marzo de 2013

LA HORA CERO DEL ESPANTO


 

Tal vez yo sea salvaje y no entienda como dice el Gran Jefe indio Seattle de la tribu Suwamish de los Estados Unidos, en una carta que responde al Gran Jefe “blanco” de Washington en 1855. En la carta el Jefe Seattle, dice que él no entiende como se pueda comprar la tierra en la que entonces, él y su tribu vivían. Pero ya no se trata de comprar, sino de usurpar e invadir territorios que no le pertenecen al Gran Jefe “negro” de Washington de ahora, de estos tiempos de guerra contra los países que no obedecen su doctrina de terror como lo son Venezuela, Irán, Corea del Norte, Siria y otros países no alineados a las políticas imperiales de los EE.UU.

Y digo que tal vez yo también sea salvaje y no entienda como los animales que no han sido domesticados, porque no me cabe en el pensamiento, en el raciocinio, cómo un ser humano que se dice “civilizado”, pueda albergar tanto delirio de grandeza, odio y rencor contra su prójimo, y es que el Gran jefe “negro” de Washington,  que obedece a la élite que gobierna el Imperio Yanqui, ha cruzado la línea roja del peligro, la frágil frontera de la paz, haciendo maniobras y ejercicios militares con Corea del Sur, poniendo así en contingencia inminente de que suceda la gran hecatombe mundial, el apocalíptico espanto que arrasaría al planeta, porque Corea del Norte ha lanzado la amenaza colosal, el cataclismo nuclear, si los EE.UU. de Norteamérica, cruza su espacio aéreo con sus bombarderos invisibles que cargan las bombas del espanto.

Corea del Norte ya dio la orden a sus Fuerzas Armadas, con su líder a la cabeza, Kim Jong-un, que dirijan sus misiles balísticos continentales cargados con ojivas nucleares a objetivos en territorio estadunidense y en sus bases militares en Japón y en otras adyacentes a la península coreana.

El mundo está pendiente y atónito a la espera de la hora cero del espanto, sin embargo, creo que el Gran jefe “negro” de Washington, tendrá que pensar más de una vez, si es que “piensa”, en cruzar la línea de advertencia que de manera categórica e irrevocable ha dicho el Gran Jefe “amarillo” de Corea del Norte, Kim Jong-un.    

domingo, 10 de marzo de 2013

A LA MEMORIA DE HUGO CHÁVEZ

Tu transitar de Sabaneta a Miraflores
(desde el nacimiento hasta la muerte)
fue el camino más arduo que recorriste entrañable comandante.
Fueron tu meta, tu causa 
tus sueños, tus quimeras
y también tu utopía hecha realidad.
Saliste airoso en todas las batallas
en la tenaz guerra por derrotar la miseria,
el hambre,
el analfabetismo.
Conseguiste para tu pueblo,
salud y educación como inalienables derechos humanos.
Sin embargo, a pesar de todos tus logros, esa rancia burguesía podrida y la canalla mediática nacional e internacional,
te vilipendió de la manera más proclive y baja
igual que a Bolívar.
Fue el ataque más infame y feroz  que ser humano soportara honestamente,
con dignidad,
con la entereza,
con la fuerza de un paladín,
de un gladiador que se trenza en feroz combate
por la soberanía y la independencia.
“Ya no volverán”, grita a coro tu pueblo,
ese digno pueblo que te lloró,
que te amó y te amará por siempre.  
El Imperio tampoco volverá, jamás volverá.
Si la Divina Providencia te hubiese concedido
tan sólo otro instante más de vida,
“tú hubieses pintado con un sueño de Van Gogh
sobre las estrellas un poema de Benedetti,
y una canción de Serrat
sería la serenata que le ofrecerías a la luna.”
¡Hasta la victoria siempre Comandante!
 
Carlos Segundo Quiroz Quintero
Santa Marta 10, 03, 2013.