domingo, 9 de noviembre de 2014

CANTO A LA MUERTE




“Viento de los sepulcros acarrea, destroza, dispersa tu raíz soñolienta.”





Camino del cementerio sentí el gélido viento de su sepulcro,
traía la yerta fragancia de las flores muertas igual que ella.
Sentí un deseo vehemente de amar su cadáver, besar sus labios,
estrecharla entre mis brazos.
Era tanto mi dolor y mi tristeza que quise amarla más allá la muerte
para desenterrar su raíz soñolienta que la fatalidad dispersó.
Llegué al cementerio, visité su sepulcro solo, sombrío y lúgubre
como las cosas lúgubres y sombrías de mi alma triste, melancólica,
por la congoja de no tenerla nunca más, mas ahora la tenía ahí, desnuda igual que
cuando la amé por primera vez.
La saqué del féretro, la acosté en el piso frío cual ella, besé sus labios de hielo,
la abracé, le hice el último amor, y me quedé solo y triste porque se volvió polvo.
Del polvo vino y al polvo volvió. Más nunca la vi, seguí entonces con mi tristeza
buscando sus cenizas más allá de la muerte y el dolor.



domingo, 7 de septiembre de 2014

DÉDALO DE SOLEAD


Un gran fervor pensante y superpoblado
lleva a mi yo como un abismo pleno.
Un viento carnal y resonante sopla,
y el azufre mismo era denso.

Antonin Artaud 



Ahora camino por un laberinto de soledad,
por un dédalo sombrío de aristas multiformes,
como espejo quebrado en el que busco tu sombra
tu fantasma de fantasía, pero sólo hallo los escombros del pasado,
astillas puntillosas clavadas en el bajo vientre que perturban la sensatez.
Un viento vertiginoso, un vértigo violento igual que una guerra
recorre los pasillos del laberinto y arrastra tu sombra hacia ignotos océanos
en los que el amor se abre como un girasol que gira en el viento.
Tú eres el viento, y el sol, tu sombra.
Entre el viento y el sol, en un vértice de tu bajo vientre
semejante a un pubis ardiente que palpita
se posa mi boca, come de tu carne para saciar un sexo erecto,
famélico como ave de rapiña en la vigilia de la abstinencia
que gotea azufre denso igual que semen.

sábado, 30 de agosto de 2014

RECUERDOS ROTOS

Juego mi vida, cambio mi vida,
de todos modos
la llevo perdida…

León de Greiff







Nunca te busqué vida mía, sólo te hallé
como se hallan los recuerdos rotos
extraviados en las grietas de la memoria,
perdidos en el laberinto de una ola que se va,
que ahoga la esperanza de volver
por el sendero de la sensatez.
No había razón para la locura,
no había tiempo
ni espacio
ni nada que pareciera real
todo estaba roto como las astillas del espejo
donde te encontré,
quebrada
triste
sola
abandonada
despreciada
hundida en la ola de un mar sin horizonte
igual que una luna sin órbita
que regresas a la nada de donde saliste.
Eso eras tú vida mía, perdida en el universo, así te hallé, ya lo olvidaste?



martes, 12 de agosto de 2014

CASTILLOS DE ARENA Y FLORES DE PAPEL

Donde no hay justicia es peligroso tener razón,


ya que los imbéciles son mayoría.

Quevedo





En un mundo construido con castillos de arena

y ornamentado con flores de papel

de qué vale la justicia? Y quien tiene razón, peligra.

Entonces, sueña aunque no puedas dormir

y no te desesperes porque esperar

es la utopía de los humildes.

El mundo construido con castillos de arena

y ornamentado con flores de papel

es ahora el paraíso de los miserables

que no tienen norte porque el horizonte

se tragó la brújula que los orientaba

a fin de llegar cansados a los oasis del hambre.

En un mundo construido con castillos de arena

y ornamentado con flores de papel

los invasores siguen la orgía de la guerra

el holocausto del terror

la hecatombe de la desidia.

El festín financiero abre sus fauces

para tragarse a los que mendigan un peso

que luego tiene que pagar millones, y sin derecho a techo.

Pero un día, un día,

un día,

oh tierra

oh mar

oh cielo,

una vorágine

un ciclón de averno

una erupción volcánica

una catalepsia cósmica

barrerá de la faz de la tierra

del mar

y del cielo,

eso castillos de arena

y esas flores de papel,

y arderán como yesca en incendio forestal

y habrá terminado por fin las invasiones

y los festines financieros.

La utopía de los humildes

será entonces el reino de Dios en la tierra,

de un dios que ellos ni nadie ha visto,

porque es un fantasma que sólo habita

en la imaginación de los creyentes.







miércoles, 6 de agosto de 2014

NUBE DE VERANO

Fue nuestro último verano, lo recuerdas?


Sobre una nube como tálamo

nuestros amores durmieron

el sueño que jamás ningún Morfeo

hubiese dormido, lo recuerdas?

Era un tiempo azul

igual que un lago de pedernal

en el que nuestras vidas

recorrían el camino de las ilusiones doradas,

felicidad sublime de amantes,

porque no fuimos otra cosa, sólo amantes, lo recuerdas?

Tú estabas loca por mí, y yo más loco todavía

por dormir contigo al lado de la luna

sobre una nube de verano como tálamo, lo recuerdas?

Un día llegó el insomnio,

perdimos el camino de las ilusiones doradas,

nos caímos de esa nube,

y no hubo más verano, lo recuerdas?

martes, 22 de julio de 2014

MAÑANA SERÁ OTRO DÍA

Mañana será otro día


sí,

otro amanecer

que traerá mariposas

buscando flores,

otro crepúsculo

despertando luciérnagas

como estrellas

que duermen

sobre el tapiz

de las galaxias

pariendo soles.

Sí,

mañana será otra noche

cargada con la nostalgia

del bohemio que evoca

la ignota mujer

que inspiró

el poema de su delirio.

Mañana serán tantas cosas

Sí,

Tantas y otras cosas

que traerán

a nuestras vidas ahora en el olvido

que entonces no recordaremos.

martes, 15 de julio de 2014

JAMÁS LA VOLVÍ A VER

Cuando la vi por vez primera


a la salida del ascensor

del edificio Pevesca

en Santa Marta,

hablé con ella por sólo cinco minutos,

y anhelé verla la segunda vez.

No he olvidado su nombre virginal

no he olvidado su belleza de diosa celestial.

Le dejé mi dirección electrónica

en mi tarjeta personal.

Le dije, “María Claudia, envíame un correo

para contestarlo con mis poemas

de amor y otros de desamor.”

Ahora, cuando camino sin rumbo

por esta santa ciudad,

la busco en el bullicio

en la parada de un semáforo

mientras la luz cambia a verde,

pero no la veo.

La busco en el tumulto,

en el Café Del Parque,

a veces, en el silencio de la noche

preguntándole a la luna

que en qué lugar del remoto cielo

ha visto a una radiante mujer

de ignota belleza,

de sutil dulzura,

perfumada su piel

con Chanel.

Ella es de esas mujeres

que sólo se ven una vez,

no vuelven.

Todas las mañanas

cuando reviso mis correos

espero ver su mensaje,

y cuando deambulo por la ciudad

quisiera volverla a ver

tan sólo para decirle

que he escrito este poema urbano para ella,

pero jamás la volví a ver.



LOS ÚLTIMOS FULGORES DEL SOL

El sol dejó en el horizonte


como una acuarela crepuscular

los últimos fulgores

de una inconclusa sinfonía de colores.

La tarde moría con el dolor de tu adiós,

un adiós melancólico igual que el fulgor

de un sol moribundo.

Y así…

también moría ese amor que nació marcescente

bajo el influjo del deseo

Mi dolor fue mayor que el olvido,

las gaviotas de un mar furioso

fueron arrasada por un huracán

hacia los abisales de la tiniebla bíblica

hasta cuando se hizo la luz…

y de los cálices y corolas

brotó un nuevo amor

fulgente cual sol en estío.



lunes, 19 de mayo de 2014

CRÓNICA DESPUÉS DE UNA MUERTE

El Jueves Santo 17 de abril, Melquíades, con un alboroto de pitos y tamboras, anunció al mundo la muerte de Gabriel García Márquez. Ese día, que no fue trágico sino de júbilo porque él así lo quiso, hubo en Macondo un viento arrasador que desprendió los techos de las casa de bareque, y se desparramó un aguacero que no se daba desde las guerras civiles que vivó el coronel Aureliano Buendía.


Remedios, la bella, por quien “algunos hombres ligeros de palabra se complacían en decir que bien valía sacrificar la vida por una noche de amor con tan conturbada mujer…”, bajó del cielo en cuerpo y alma para asistir a los funerales, no de la mamá grande, sino del papá grande.

Úrsula Iguarán, quien también murió un Jueves Santo, resucitó para morirse otra vez ese Jueves Santo 17 de abril junto con Gabriel García Márquez.

El lunes 21 de abril, en Macondo todo mundo amaneció con una mariposa amarilla viva, prendida en el ojal del vestido, y las que no estaban cautivas en la ropa de la gente, revoloteaban como ringletes por todo el pueblo, eran las mariposas amarillas de Mauricio Babilonia.

Las cenizas del muerto más famoso del mundo, fueron expuestas en El Palacio De Bellas Artes de México donde murió, para que presidentes, primeros ministros y hasta el Papa, hicieran la guardia de honor al ilustre hijo de Aracataca en medio de una parranda vallenata con los acordeoneros del Valle De Upar.



NO HAY FLORES PARA LINDA



Linda espera flores de arco iris en primavera

para hacer guirnaldas de fantasías,

por eso, iba ilusionada a la campiña todos los días

en busca de flores cual enamorada doncella,

mas en el jardín de la esperanza,

no encontraba flores para ella.

Y fue que un jardinero insulso

prometió regalarle la flor más bella

para alcanzar su amor,

pero Linda, de él no recibió la flor.

Linda,

ahora el poeta te dice,

que no esperes flores como promesas,

para que alguien gane tu amor,

cultívalas en tu propio jardín,

porque así tendrás

flores en cada primavera.







miércoles, 23 de abril de 2014

EL SEPULCRO DEL AYER

En el sepulcro del ayer
que yo mismo he construido
con las piedras del olvido,
he sepultado mis antiguos dolores
esos terribles sinsabores,
secuelas del ayer.
También hice el ataúd
en el que inhumé el cadáver  
 de mis amores marchitos
que dejaron en mí las espinas
de la más bella rosa roja de primavera
en la que aprendí que la tristeza
se vuelve soledad
cuando se riega con las lágrimas del recuerdo.
Las heridas que me hicieron las espinas
de esa bella rosa roja de primavera
hoy yacen en el sepulcro del ayer.


martes, 22 de abril de 2014

IN MEMORIAM



IN MEMORIAM

La memoria del corazón elimina los malos recuerdos
y magnifica los buenos, y gracias a ese artificio,
logramos sobrellevar el pasado.
Gabriel García Márquez

Ese jueves ahora dos veces santo, primero por la muerte del hijo de Dios, y segundo, por la muerte de Gabo Magno.
Yo estaba distraído viendo una película bíblica con ocasión de la Semana Santa, cuando subió a la alcoba, Luchy, mi compañera de vida, me dijo, “acaba de morir Gabo. Le dije, “¿te acuerdas que te había anunciado esa muerte?”, me dijo “Sí”. Y no es que yo sea profeta ni clarividente, sino que ya él, como cualquier mortal, vivía sus días finales, para montarse en el pódium de la inmortalidad.
Luchy me lo dijo con voz trémula, casi llorando, porque ella también es de Aracataca. Me dijo que la víspera de la muerte de García Márquez, vio el fantasma de su sombra que pasó como una estrella fugaz recogiendo sus pasos por las calles polvorientas de Macondo.   
No sólo me consternó la infausta noticia de su muerte como una mala hora, sino que me quedé cavilando con la intensión de escribir algo para él, y recordarlo así hasta donde me alcance la vida.
Sentí esa necesidad como poeta que soy, y que gran parte de mi verso y mi prosa, se la debo a él. Por eso, me desperté el Viernes Santo muy temprano a fin de rendirle un humilde y sentido homenaje post mortem, escribiéndole el poema, A LA MEMORIA DE UN MAGO.