sábado, 25 de diciembre de 2010

HABLA EL SUR

Yo soy el Sur,
sobreviviente de la eternidad.
He sobrevivido a todas mis derrotas
a todas la invasiones y saqueos de entonces
a mis naufragio en los océanos del infortunio,
he escapado airoso al sortilegio
de los espejismos de la nostalgia
y he superado mis temores
a fin de enfrentar la historia
en los terribles días
de los nuevos cambios
en los cuales he sentido el vértigo
que produce el triunfo de la revolución,
he soportado con voluntad de estoico
la extremaunción del olvido histórico,
porque tengo la certidumbre
que he de sobrevivir a los siglos
para ver el desplome del Norte,
para ver por los ojos
de las próximas generaciones
cómo muere la máquina de muerte del Imperio,
para ver cómo se hace realidad
la condena de Pablo Neruda, en la Incitación al Nixonicidio,
para ver cómo el Norte delira alucinado
en los paraísos artificiales de la cocaína
hundiéndose cada vez más sin salvación
en el abismo de la decadencia y la demencia
así como se hunden y decaen para siempre
en el inquisidor escenario de la historia
todos los imperios.
Veo con júbilo el fuego
del volcán del triunfo,
siento el arrollador huracán
de los nuevos tiempos de gloria
y mi liberación del poder mediático imperial.
Oigo las dianas inmarcesibles
de la victoria de mis pueblos unidos,
para no morir jamás y prevalecer
en la palestra de la historia por siempre.
Así ha de ser,
para dignidad de mis pueblos unidos
por el designio irrevocable de Bolivar.

jueves, 23 de diciembre de 2010

ESPEJISMOS DE LA NOSTALGIA

En ciertos oasis el desierto
es sólo un espejismo


Mario Benedetti




Los espejismos de la nostalgia
son esas decantaciones del espíritu,
esos aplastamientos del alma en noches taciturnas,
desierto de recuerdos entrañables.
Los espejismos de la nostalgia
son esas contracciones del dolor
como útero en parto
que hacen evocar el ayer
cual visión alucinada.
Igualmente, los espejismos de la nostalgia,
son esos fulgores de recuerdos amorosos
[soles de saudades]
en los cuales volvemos a ser felices
recodando con melancolía
todo lo vivido.
Mas en el sombrío desierto del desamor,
ese nudo en la garganta, angustia ácida
como lágrima de dolor,
es el amargo sabor de esos espejismos.

martes, 21 de diciembre de 2010

BAJO LOS CRISTALES DEL SILENCIO

En esta temporada gélida
como tus días taciturnos
ahora ausentes del ruido
del tedio y el fastidio,
celebro tu adiós.

Tú hallaste en el camino de la vida,
las esperanzas tardías,
tras los días de tus quimeras fallidas,
sueños inútiles que conmigo no soñaste,
vanas ilusiones que a mi lado tampoco hallaste.

Ahora te espera el futuro promisorio
que siempre anhelaste
al lado de un nuevo idilio.

En este hasta nunca,
ya no cabe ni el perdón ni el rencor,
son poca cosa para tus triunfos,
pues, “entre el deseo y la realidad
hay un punto de intersección:
el amor”.

Cumple tus deseos,
vuelve realidades tus fantasías,
porque bajo los cristales del silencio,
se aprende a amar
sin renunciar a lo que se es.
Como todas las cosas mensurables,
el amor tiene sus límites.

Jamás hay un mañana sin amanecer
ni una tarde sin crepúsculo
llegaste con el alba y te fuiste con el atardecer.

Por el desmesurado amor sin fronteras que te dí,
dejé de ser lo que era, pero aprendí entonces
que ninguna luciérnaga se queda sin luz.

Ahora, tengo un sol y mil de estrellas
que iluminan mis días.

NOSTALGIA DE Y POR LA PACHA MAMA

Recordar con la alegría de la primavera
el verde esmeralda de las praderas de ayer
y pensar con nostalgia del otoño
que son las landas yermas de hoy.
Ver con ojos de melancolía
una aurora,
un crepúsculo,
un cielo que era de un azul fundamental
con aire impoluto ahora manchado
con la sombría nube de la polución.
Así ha quedado nuestra Pacha Mama,
regada con ríos de aguas plásticas
en botellas,
en bolsas,
en empaques de icopor
y en todo lo que se pueda hacer con polietileno.
Pero la mayor nostalgia de La Pacha Mama
es sin temor a equívocos
la miseria de la guerra,
el horror de la violencia,
y la angustia que produce el hambre.
Así vivimos en nuestra Pacha Mama:
seis mil millones de seres humanos en convulsión constante
que convivimos en medio de nuestras guerras,
en medio de nuestros problemas,
en medio de nuestra grandeza y nuestra miseria,
sobreviviendo con la agonía del planeta,
coexistiendo con nuestros odios
y con el insepulto cadáver del amor.

viernes, 10 de diciembre de 2010

A LA MEMORIA DE LARRY

Larry se convirtió en mi compañía cuando mi hija y mi hijo, salían los fines de semana fuera de la ciudad. De ahora y tal vez para siempre, me quedaré solo en casa escribiendo que es lo suelo hacer, porque para mi, la escritura llena todos los abismos, cierra las fronteras de la amargura y la soledad. Sin embargo, he aprendido a convivir con los infortunios que me ha deparado la vida. He llegado a entender que la poesía no sólo me arranca lejanías, sino que también me brinda la satisfacción de encontrar en las palabras, el rumbo exacto para llegar al remanso de la tranquilidad y hallar la paz en el espíritu que el poeta necesita.

Me quedaré solo tejiendo versos con las palabras, porque Larry murió. Se fue una mañana a su paseo cotidiano, y no regresó por sus medios. Trajeron su cadáver, y lo sepultaron en el jardín de la casa. Lo mató una motocicleta.

Ahora, en su ausencia, he reflexionado acerca de la conducta humana, y comprendo más todavía, la distancia que hay entre un ser racional y otro que no razona. Su instinto canino, su fidelidad de amigo leal, esa manera tierna de brindar amor, de manifestar su afecto hacia mí, lo llevó a ocupar un lugar en mi pensamiento y en mi corazón, muy por encima de la inteligencia del rey del reino animal: el hombre, porque primero que la inteligencia, estuvo la estupidez del hombre.

Larry siempre estaba conmigo, y las veces que cometí la torpeza o la estupidez de castigarlo por cosas que hacía por su condición de ser irracional, él estaba ahí a mi lado, sin rencor, sin el sentimiento de odio de algunos seres humanos que carcome y arruina el espíritu. Larry me miraba con la humildad y la ternura que su corazón honestamente podía brindarme. Siempre me esperaba al llegar a casa, y tenía para mí un saludo con el amor que muchas veces una persona no da.

Las lágrimas que derramé ese triste domingo por un adiós que no alcanzó a darme, son poca cosa porque estoy en deuda con él, en deuda con un animal tierno que me enseñó la nobleza y la lealtad del amigo de siempre. Por eso, lo llevaré por todos los tiempos en mi memoria y en mi corazón, pues aprendí de él la lección que jamás imaginé podía aprender de un ser que llegó a mi vida, para dejarme su inalienable sentimiento de amor.
Siempre contigo Larry, mi amigo hasta la eternidad.

CAMINOS QUE RECORRÍ

Me busco en la nostalgia de tu partida.


Gabriel Augusto Bolaño






Con el discurrir de los años,
en ese largo camino que hasta hoy he recorrido
he aprendido que los regalos no son promesas
ni los besos compromisos.
Tú partiste.
Yo me busqué en la nostalgia,
en las saudades de aquellos días de lluvia,
de caminos recorridos,
y me encontré bajo el arco iris taciturno
de mis instantes fugaces de melancolía.
Las flores que te regalé, no fueron promesas
ni los besos que te di, fueron compromisos
fueron cosas de un ayer que terminó
como un crepúsculo que muere
en el abismo de la tiniebla.
Las flores fenecieron en el florero del olvido,
y los besos, sin labios donde beber el sutil néctar de tu boca
se marchitaron igual que las flores.

domingo, 5 de diciembre de 2010

GUIRNALDA DE PALABRAS

Toma esta guirnalda de palabras rosas
amapolas y violetas, porque se marchita flor a flor.
Guárdala en tu memoria,
para que la evoques cuando más difíciles sean tus días,
y recuerdes entonces, que no hay sortilegio imposible de conjurar.

Mas, si la esperanza ha huido,
no en vano guardarás esta guirnalda de palabras,
hija de mis noches aciagas,
porque ella porta el polen
que el viento ha de llevar por los abismos del tiempo,
para perpetuar en otros espacios
lo que en nosotros fue pensamiento y memoria.
Y si en ti fueron mil guerras que vulneraron tu alma,
en mí fueron más, sin tregua, batallas que desgarraron mi espíritu
y el estigma que marcó nuestras vidas entonces áridas
es ahora la flor de lis que aún pende de la guirnalda
que mis manos tejieron para ti.

Pero si la flor de lis cae como sándalo herido
igualmente caen las palabras prometidas
el tiempo se volverá hielo
y congelará el incendio de un amor en declive.
Toda la ternura y el embrujo de tus ojos de tiniebla
que inspiraban al poeta
será entonces la realidad de una evasión fallida,
una saeta clavada en una grieta del pensamiento.

Y en el desierto del olvido
el recuerdo será un oasis
y en el bosque de la nostalgia
el poeta será un sándalo talado
será tan sólo el perfume derramado
de ese árbol herido.

sábado, 4 de diciembre de 2010

EL ESPEJO DE MI MEMORIA

Con mis manos mentales
he recogido del fondo del abismo del olvido
las astillas dispersas del espejo quebrado
de mi memoria, para recomponer
el mosaico de la realidad de mi árida vida,
de instantes taciturnos que naufragaron
en quiméricos piélagos.
He visto reflejadas en esas aguas azules
las auroras de la infancia
los crepúsculos de la adolescencia
las lunas de amor en noches de delirio
los triunfos en medio de las derrotas
los logros frente a las adversidades
que hicieron de mi vida
un árbol de voluntad firme que avanza
por los rediles del universo, orbitando galaxias
encendiendo estrellas que dormían,
para iluminar el mundo de los árboles que sueñan
con floresta de esperanza.