viernes, 25 de septiembre de 2009

LA UTOPÍA DE LA PAZ

“El amor es como las mariposas,
si tratas de alcanzarlas desesperadamente,
se alejan; pero si te quedas quieto,
se posan sobre ti”.

Rabindranath Tagore


¡Que utopía!
Tantos sueños fallidos
esperanzas extraviadas en el ciclo de la espera
ilusiones haciendo turno
para ser soñadas en el triste sueño de la nada,
búsqueda desesperada a fin de alcanzar
a esa mariposa de extraño color,
de sabor amargo unas veces,
de sutil aroma otras tantas.

El amor, como las mariposas de la paz
huye desesperadamente del sicario de la guerra
que la atrapa con la red bélica del odio,
la encadena con los eslabones de la indiferencia
e intolerancia fraterna.

El amor por el prójimo más próximo
se hunde en el gélido lago del dolor
porque ya no hay amor para el hermano,
para quien nos acompaña en este tren,
en el viaje de la gran hermandad universal.

Mi dolor por la vigencia de la guerra
es el mismo dolor que siente el mundo ,
que poco o casi nada, hace por derrotarla,
pues parece que la guerra es el evangelio del Imperio
y la paz, es la más divina utopía soñada.

Sin embargo, ante esta magna tragedia que estamos soportando
con el estoicismo de un bosque en llamas,
yo permaneceré de pie en pro de la paz como la colosal cúpula de Hiroshima
que aún está incólume desde ese infausto agosto de 1945, cuando otro ser humano igual que tú y yo, dio la nefasta orden de estallar la primera bomba atómica en el mundo.

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