martes, 22 de abril de 2014

IN MEMORIAM



IN MEMORIAM

La memoria del corazón elimina los malos recuerdos
y magnifica los buenos, y gracias a ese artificio,
logramos sobrellevar el pasado.
Gabriel García Márquez

Ese jueves ahora dos veces santo, primero por la muerte del hijo de Dios, y segundo, por la muerte de Gabo Magno.
Yo estaba distraído viendo una película bíblica con ocasión de la Semana Santa, cuando subió a la alcoba, Luchy, mi compañera de vida, me dijo, “acaba de morir Gabo. Le dije, “¿te acuerdas que te había anunciado esa muerte?”, me dijo “Sí”. Y no es que yo sea profeta ni clarividente, sino que ya él, como cualquier mortal, vivía sus días finales, para montarse en el pódium de la inmortalidad.
Luchy me lo dijo con voz trémula, casi llorando, porque ella también es de Aracataca. Me dijo que la víspera de la muerte de García Márquez, vio el fantasma de su sombra que pasó como una estrella fugaz recogiendo sus pasos por las calles polvorientas de Macondo.   
No sólo me consternó la infausta noticia de su muerte como una mala hora, sino que me quedé cavilando con la intensión de escribir algo para él, y recordarlo así hasta donde me alcance la vida.
Sentí esa necesidad como poeta que soy, y que gran parte de mi verso y mi prosa, se la debo a él. Por eso, me desperté el Viernes Santo muy temprano a fin de rendirle un humilde y sentido homenaje post mortem, escribiéndole el poema, A LA MEMORIA DE UN MAGO.

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