jueves, 19 de febrero de 2015

SABÍA QUE VOLVERÍAS

El tiempo no era tiempo si tú no estabas
y el espacio se volvió infinito como tu lejanía.
Todo quedó incólume para mí,
tu presencia en mi memoria
cual recuerdo de invierno en primavera
tu fragancia en nuestra almohada compartida.
También quedaron en el tocador
tus perfumes,
 y en el baúl,
 el blanco tul
que lucías para mí
en noches de amor,
ese amor que jamás feneció
aunque tú distante de mí,
lejos en el espacio más no ausente en el tiempo,
porque el tiempo no era tiempo si tú no estabas,
era el sol de mis días,
la luna de mis noches,
las flores del jardín.
Por todo esto,
te doy la bienvenida.


  

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