jueves, 22 de octubre de 2009

A LA MEMORIA DE CLEMENCIA TARIFFA

Clemencia,
El Ojo de la Noche
te mira desde otra dimensión
y desde tu Cuartel
los versos que allí reclutaste
parecen gladiadores
de tu erótica canción.
No en vano a Eros alabaste,
porque tu canto trascendió
los linderos de tu amorosa lírica
como un evangelio.
Por tu condición “felina de gata peluda”
bajabas deliciosamente a los pies del placer,
mientras miles de pájaros se posaban en tus ojos
y la lluvia, morbosa y tímida, la sentías en tu piel
“como vidrio cernido
como semen bendito”.
En ti habitaba otra mujer, “una extraña, una intrusa”
que no alcanzaste a entender.

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