jueves, 1 de octubre de 2009

MANIFIESTO DE PABLO TORNERO

EL soñador que habla es el poeta, Pablo Tornero, el mismo que un día llegó desde siempre, desde toda la eternidad, como una partícula elemental del universo flotando en el mar amniótico del vientre galáctico de una mujer que no conoció.
Yo soy el poeta, el que ahora hace versos para manifestar el amor por todo lo que vive, mas el odio, como el amor que igualmente es un afecto negativo, jamás ha habitado en el nido de mis afectos.
Y agradezco a aquella mujer de rostro rotundo y noble sentimiento a quien no conocí, la tenaz proeza de permitirme llegar a la vida, y no interrumpir el embarazo, y dejarme en brazos de otra noble mujer a quien debo el hecho de haber aprendido a perdonar con amor.
Entonces, muy niño, fui dado en adopción plena a quienes siempre les dije mamá y papá, pues mi madre adoptante, me enseñó que los afectos nos definen, por eso el amor que siento y sentiré por siempre por mi madre biológica, me ha hecho entender que ella en su momento, tomó la mejor decisión al entregarme en adopción, porque venía de un antiguo extravío, la terrible realidad de la separación. Fue por eso que me abandonó. Sin embargo comprendo que no me concibió sólo por sexo, porque el sexo forma parte de lo hermoso de la vida, y la vida es parte del sexo. Por esta trivial razón le perdoné el abandono. Años después supe por mamá, que a pocos meses de haberme dejado, fue muerta, víctima de un homicidio pasional.
Cuando conocí la historia de mi vida, a los seis años, terminó mi infancia, porque me volví un niño triste. Mis ojos se tornaron taciturnos, y sufrí la melancolía por no haber conocido a esa bella mujer, de ojos profundos como los profundos crepúsculos de sus días finales.
Tal vez por estas absurdas cosas de la vida me volví poeta, pues tengo la certidumbre de que es el sentimiento noble, el afecto incondicional por la naturaleza o el universo, que hace que brote ese sentimiento de nostalgia por las cosas que queremos, para dejar el testimonio y no negar la palabra a fin de no abrir distancias, de no levantar muros, de no construir abismos entre los seres humanos, porque estoy convencido de que existe un plan cósmico, “un proyecto alterno a la actual Creación Universal que busca a través de una nueva humanidad ▬ como la nuestra ▬ se logre el desestancamiento evolutivo en que ha caído dicha Creación. La llave para activar nuevamente este proceso, es el Amor”.
Sin embargo, se que el odio como afecto que es, aún persiste en mentes malsanas, porque es inherente al ser humano, y es el nefasto paradigma de la destrucción del hombre por el hombre, que de persistir, inevitablemente nos llevará a la destrucción de la actual humanidad, que debe dar paso a la nueva humanidad.
Por todas estas cosas aquí manifiestas, he tomado la irrevocable decisión, de perdonar con amor.

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