martes, 1 de noviembre de 2011

SENDERO

Seguiré apagando flores
desgranando estrellas
caminaré sin temores
para dejar huellas.
Mi vida se ha partido
en mil y más pedazos
en ese arduo sendero
enfrentando mi destino.
Ahora recojo del camino
las astillas dispersas
los fragmentos de mi vida
como metralla vertiginosa que gira
para reconstruirla,
para renacer de mis derrotas,
para volver del olvido,
para no sentir en el silencio
el dolor que cuesta
pagar el precio
de retornar del recuerdo
del cual he venido.
Mas todo cambia y nada queda
Si, queda la osamenta
un amor sepultado con la flor
quedan las lágrimas
que mis ojos sin cuencas
jamás verterán por ti
queda en el abismo de la noche
la única flor de luz que no apagué
quedan los días de arco iris
el canto del saxofón
del carnaval de la muerte
danzando con la guadaña
que a todos nos lleva
sin excepción:
al poderoso
al andrajoso
al inocente
al prepotente
al que llorando ríe
para evadir la única realidad
que debemos enfrentar
luchando cual gladiador
encerrado en el circo
o en el coliseo de la contracara de la vida
lid que sin remedio
llevamos perdida.
El sendero por el cual
todos caminaremos
rumbo a la eternidad.

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