sábado, 1 de enero de 2011

APOCALIPSIS AHORA

La tiniebla se llevó el crepúsculo
la tarde se llevó la aurora
y ahora
una avalancha de lodo
se lo ha llevado todo.
Sólo queda la sombra de un jinete
de apocalipsis, de diluvio,
exterminio,
devastación y espanto,
de angustia líquida
como una vorágine proclive
que arrastra con el ímpetu de un volcán
los sueños tejidos
con brizna de esperanza
con hilos de ilusiones.
No puede haber alegría en una lágrima,
en el dolor
en el olvido
en noches baja la intemperie de las horas
de hambre
de tristes auroras que parecen noches
sin lunas
sin pan
donde la muerte es otro jinete
que cabalga sobre cadáveres
hundidos bajo el lodo.
Esa mensajera de apocalipsis ahora
cabalga sobre el caballo negro del horror y el miedo
sepultando alegrías con la guadaña de la desgracia
enterrando sin sepulturero los sueños de mi pueblo
que fueron tejidos con briznas de esperanza,
hilos de ilusiones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario