lunes, 27 de febrero de 2012

AHORA QUE LA LUNA DUERME

Ahora que la luna duerme el nefasto sueño de los estafetas de la guerra
en cuyos portaaviones de pánico llevan a otras latitudes distantes de sus imperios de terror,
la miseria, el hambre, la desolación y pobreza
y todas las desgracias que en sus proclives entrañas genera el imperialismo,
la luna duerme el sueño que no soñó la Bella Durmiente.
La luna ahora duerme o se hace la que duerme, para no ver el horror y terror que siembra como quien siembra semillas de infamia, el mismo que posó su patas de elefante en ella.
La luna aun dormida, ve desde su órbita celeste, mansión eterna de mortales, cómo el patriarca imperial con patas de elefante que han de convertirse en patas de papel, viola, asesina, destroza e invade con sus portaaviones de pánico jardines que florecen sin el riego de sus putrefactas aguas, aguas contaminadas con gérmenes de corrupción.
Ahora que la luna duerme, despiertan las amapolas, los lirios, las rosas y todas las nuevas flores de los jardines progresistas, que el sórdido jardinero asesino, quiere deshojar con sus portaaviones de pánico.
El patriarca, elefante con patas de papel, ahora en su otoño, se derrumba, se desploma como todos los imperios, se hunde por el peso de su maquinaria bélica,
que lo lleva con velocidad de vértigo a los profundo abisales del olvido.
Y el presagio dice, que el jardinero de un jardín pequeño, donde han florecido las flores del bien, será el que derrumbará al elefante con patas de papel, y anunciará al mundo con campanas de gloria, “la buena nueva de que el tiempo incontable de la eternidad había por fin terminado.”

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